El Logopeda
¿Qué es un Logopeda?
Es el Diplomado Universitario encargado de la prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento de las alteraciones en las funciones comunicativas, en el lenguaje oral y escrito, en la voz, en el habla y en las funciones orales asociadas (verbales y no verbales): respiración, masticación y deglución.
El logopeda propone al paciente pruebas y actividades lingüísticas, cognitivas, físicas y fisiológicas para la mejora de habilidades de comunicación y de lenguaje, en la población infantil y adulta, con trastornos en estas áreas; rehabilita problemas de la voz y de deglución y corrige malos hábitos respiratorios.
El logopeda además proporciona técnicas de comunicación para oradores, empresarios, profesores, actores y en general para todos los profesionales de la voz.
El servicio de Logopedia es competente dentro de sus áreas de conocimiento las tareas de:
- Prevención
- Evaluación y Diagnóstico
- Intervención terapéutica
- Asesoría
- Investigación y Formación
¿Cuándo acudir?
Existen indicadores y síntomas a tener en cuenta en el niño:
- Que no se le comprenda cuando habla.
- Que se coma sonidos o agregue otros.
- Que no discrimine sonidos.
- Que no hable o muy poco.
- Que no logre seguir consignas lingüísticas simples.
- Que mi hijo tenga tres años y aún no haya comenzado a hablar. ( retraso del lenguaje).
- Que muestre dificultades cuando pronuncie algún sonido.
- Que muestre lentitud en el pensamiento y cálculo mental.
- Que presente retraso general en el desarrollo y el lenguaje.
- Que tenga problemas a la hora de escribir o leer correctamente.
- Que presente dificultades en la comprensión de textos y enunciados de problemas.
- Que padezca alteraciones físicas, parálisis cerebral, espina bífida…
- Que respire con la boca abierta.
- Que tenga alteraciones sensoriales.
- Que se encuentre afónico con frecuencia.
- Que presente cambios de voz muy drásticos.
Indicadores para acudir al logopeda una persona adulta:
- Que esté diagnosticado de nódulos, pólipos,…
- Que se encuentre afónico con frecuencia.
- Que se bloquee o repita sonidos y palabras involuntariamente y noto tensión cuando hablo (tartamudez).
- Que tenga alguna alteración anatómica que no me permite pronunciar, respirar o deglutir correctamente (disglosia).
- Que tenga dificultad de expresión, comprensión y memoria debido a una lesión cerebral (infartos, derrames, tumores, esclerosis, alzheimer, parkinson y otras demencias).
- Que muestre dificultades para deglutir (tragar).
- Que se le haya diagnosticado alguna enfermedad neurodegenerativa como Parkinson, Huntitong, Alzheimer, Esclerosis lateral amiotrófica…
- Que haya padecido un accidente cerebro-vascular (Afasias).
- Que tenga pérdidas de lenguaje, vocabulario, memoria, atención, cálculo…
- Que no me guste mi voz y desee reeducarla.
- Que desee mejorar algún aspecto del lenguaje.